Ayer día 26 de noviembre, el salón de plenos del Ayuntamiento de Huete acogió el acto sefardí con la conferencia del Dr. Abraham Haim, y la entrega de la Medalla de las Cuatro Sinagogas que concede el Consejo de la Comunidad Sefardí de Jerusalén, esta vez a Ana Mª Gálvez Bermejo y José Antonio Almonacid Clavería.
El acto comenzó con las palabras del alcalde de Huete, Francisco Javier Doménech, que presentó a Abraham Haim, presidente del Consejo de la Comunidad Sefardí de Jerusalén, dando a conocer su extenso currículo. Además quiso reivindicar, una vez más, el extraordinario pasado judío de Huete para dar a conocer y valorar la importancia histórica de la ciudad también en el ámbito del judaísmo y la cultura sefardí. Destacó que la judería de Huete fue la más importante en la tierra de Cuenca teniendo 3 grandes hitos desde la llegada de los judíos a Huete en el año 1183: el famoso padrón de las alhamas judías de Castilla se aprobó en Huete en el año 1290 con la presencia del Rey Sancho IV; la de Huete fue una de las pocas alhamas judías que no fue perseguida en el progrom de 1391 ya que se situaba en el castillo; y la expulsión de los judíos en 1492 se prorrogó levantando un pendón desde su asentamiento.
A continuación Abraham Haim, comenzó su intervención diciendo que para él “este martes no era un día cualquiera” en Huete. Disertó sobre “La Comunidad Sefardí de Jerusalén ayer y hoy: comunidad y cambio”, dando a conocer a los asistentes el origen de la comunidad sefardí y su historia.
La Medalla de las Cuatro Sinagogas está avalada por el gobierno israelí, y se ha entregado a lo largo de su historia a personas vinculadas al mundo de la investigación, cultura e historia, cuyo prestigio ha alcanzado dimensión internacional, aprovechando que Sefarad marcó un antes y un después en la comunidad judía sefardí, heredera de los judeo-españoles que a lo largo de tantos siglos convivieron en España.
Mediante diversas imágenes Abraham ilustró a los presentes, acerca de la historia de la Cuatro Sinagogas Sefardíes, que se encuentran en el Barrio Judío de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Forman un complejo que consta de cuatro templos yuxtapuestos e interconectados, construidos y reconstruidos en diferentes períodos para dar cabida a las necesidades religiosas de la comunidad sefardí, cada congregación practicando su propio rito. Único en el mundo, este conjunto de sinagogas sefardíes funcionan como tal desde hace por lo menos trescientos años.
Finalizó glosando los méritos de los galardonados, en primer lugar de Ana M. Gálvez, amiga personal, alcaldesa que fue del Ayuntamiento de Uclés, actualmente concejal de Cultura y Turismo, además de secretaria de la Asociación Cultural Urcela. Recordó su paso por Uclés en tres ocasiones impartiendo conferencias sobre el judaísmo en el Quijote, las fiestas del calendario judío y la realidad de la ciudad de Jerusalén en la actualidad.
A continuación elogió al segundo galardonado, su amigo personal, el arquitecto optense José Antonio Almonacid. Ambos se conocieron en la “Alvarada de Cañete”, otro de los referentes culturales de la provincia. Merecedor de esta medalla, como una persona comprometida y gran conocedora de la historia de Huete.
Tras la entrega de la medalla, e intercambio de obsequios, los dos galardonados, dirigieron unas palabras de agradecimiento a Abraham Haim, como promotor de la entrega de la medalla y cada uno de ellos habló brevemente, de la vinculación histórica de sus respectivas localidades con la comunidad judía.
Entre el público personas de Huete y de Uclés, éstos últimos venían acompañados por su alcalde, José Luis Serrano, y la presidenta de la Asociación Cultural Urcela, Marimar Martínez. Además estuvieron presentes el gerente de ADESIMAN, Juan Pedro Salas y una representación de Carrascosa del Campo.
En resumen esta distinción es un reconocimiento a Ana M. Gálvez y José Antonio Almonacid, por fomentar el conocimiento de la historia de Uclés y de Huete y su vinculación con la cultura sefardí, un incentivo para que ambos sigan trabajando en el estudio y la difusión del conocimiento de la presencia de los judíos en sus localidades y en la provincia de Cuenca.